jueves, 12 de junio de 2008

Un día inventado

Hoy me he despertado muy temprano, creo que así que nació el sol. Me he duchado rápidamente y me he puesto en la calle a ver la banda de música, que es lo que más me gusta los domingos. He acompañado a la banda por un rato, hasta la esquina del club, donde he tomado mi desayuno. Después yo me he ido al aeropuerto a ver una demostración de las nuevas aeronaves del ejército brasileño, pero me he quedado la mayor parte del tiempo mirando, en el cielo, las nubes y los pájaros. Cerca del aeropuerto hay una laguna donde las familias van a pasear los fines de semana. Me he marchado hasta esa laguna y almorzado en un pequeño restaurante en sus márgenes. Ahí he conocido una figura muy rara, un hombre que es artista de circo, engullidor de cuchillos. Él me ha persuadido a acompañarlo a una sesión del circo, y así me he ido junto a él. Pero, en el camino nos deparamos con un accidente entre dos camiones, y como yo tengo algún conocimiento de los primeros auxilios, me he quedado a ayudar los accidentados. En ese momento ya creía que se iba a terminar mal mi día. Entonces he tenido la mayor y mejor sorpresa de todas: mi novio pasando en su coche. Yo lo he gritado, y felizmente él me ha escuchado. Paró el coche a unos diez metros y me esperó. Mi novio me ha levado hasta mi casa, y yo ya estaba muy cansada, le di sólo un beso y me fui a dormir.

viernes, 6 de junio de 2008

Fiestas del Buey en Brasil

Folguedos de Boi” son fiestas muy diseminadas por todo Brasil, presentando características diversas dependiendo de la región del país. Las festividades pueden recibir los siguientes nombres más comunes: bumba-meu-boi; boi-bumbá; boi da manta; boi janeiro; boi-de-mamão; boi-de-pano; boi-de-reis; cavalo marinho. Su inserción en el calendario es también variable, pudiendo acontecer en los ciclos natalitos, junios o mismo carnavalescos. La fiesta es compuesta de danza, teatro y música, desarrollados en torno de la figura de un toro. En casi todas las variaciones representa la muerte y la resurrección de ese toro. En Minas Gerais son más comunes el boi-da-manta y el boi janeiro. El primer parece estar más ligado a las festividades del carnaval, cuándo el segundo se manifiesta en el principio de los meses de enero.

miércoles, 4 de junio de 2008

Priscila Borges (1981 - )

Priscila Borges nació en Viçosa, una ciudad de la provincia de Minas Gerais, en Brasil. Aún pequeña se trasladó junto a su familia a Belo Horizonte, capital de la provincia. Fue ahí que Priscila entabló su trayectoria por el mundo del arte y cultura. En los noventa, aún en la escuela, descubrió, casi sin querer, el amor por la poesía. Le encantaba leer a los poetas y también escribir sus propios poemas. En 1996, a los quince años, fue a estudiar el teatro, dónde trabó conocimiento con personas involucradas con el arte y con la poesía. En 2000 entró en la facultad de Ciencias Sociales, y junto a otros poetas empezó un movimiento llamado “Estación Permanente de Poesía”, un grupo de poetas que se encontraban todos los meses para recitar poesías y platicar sobre arte y cultura. Fue en ese sarao de poesía que conoció a Vinicius de Carvalho, un poeta que vendría a ser el padre de su hijo y compañero por muchos años de su vida. En 2003 nació su hijo Cícero, y el año siguiente cambió los estudios de Ciencias Sociales, que no le iban bien, por los de Letras. A lo largo de esos años estuvo siempre muy involucrada con el arte, con la cultura popular y con la investigación del lenguaje y de la literatura oral. En 2008 concluyó la Facultad de Letras y dejó Belo Horizonte. Junto a Vinicius y Cícero fue a vivir en Rio Branco, capital de la provincia de Acre. Allá empezó un trabajo junto a las comunidades indígenas y con las poblaciones ribereñas. Eso proyecto duró muchos años, y solamente en 2020 se trasladó nuevamente a Minas Gerais, dónde siguió con sus investigaciones en cultura popular, lo que la absorbe hasta los días de hoy.

Relato


Mi hijo nació una semana adelantado. Nació en una mañana de domingo. La víspera tenía ido a una fiesta de danza, y admito, dancé muchísimo. Por la mañana percibí que había roto aguas, entonces llamé a mi madre por teléfono, que yo no tenía coche. Unos treinta minutos después ella llegó, muy nerviosa, y yo muy tranquila, sentada en la acera. Fuimos al hospital, y aún no sentía ningún dolor. Entré caminando y dije al médico: - Rompí aguas, va a nacer mi bebe. El médico no pudo creer, porque yo estaba muy serena, caminando y riendo mucho. Pero cuarenta minutos después mi hijo ya estaba llorando en mis brazos. Todo pasó rápido, casi no sentí dolor. Fue un trabajo de parto poco común, en los días de hoy. La mayoría de las mujeres prefiere la cesárea, o tienen trabajos de parto muy difíciles, demorados. Pero estuve activa durante todo el embarazo, y creo que eso fue muy importante para que todo saliese bien.